En estos días los netbooks han tomado fuerza. Su pequeño tamaño y por ende facilidad de transporte (alta portabilidad), sumado a su precio más bajo (en relación a los notebooks), hacen de los netbooks una excelente opción a la hora de elegir un computador portátil. Sin embargo antes de decidir comprar uno, hay que tener en cuenta que son diferentes a los notebooks en algo más que el tamaño. La mayoría de los netbooks cuentan con una capacidad de procesamiento más limitado que los notebooks. Esto se debe a que el propósito de un netbook en estos días (o hacia donde han apuntado las marcas de netbooks) es la movilidad, sacrificando en cierta medida el rendimiento. Un netbook es ideal para navegar por Internet, para fácil transporte y realizar tareas simples. Esto quiere decir que un netbook no es un notebook más chico.
Haciendo una analogía, los netbook son lo que años atrás eran los notebooks. Años atrás los primeros notebooks ofrecieron movilidad que los computadores de escritorio no tenían, pero su capacidad de procesamiento, almacenaje, etc, era inferior a los computadores normales. Esa brecha entre Desktop y notebook se ha estrechado con el pasar de los años, teniendo como resultado líneas de notebooks de alto rendimiento, para gamers, etc. Esta misma tendencia deberían tomar los netbooks. Agregarles más capacidades, mejor procesador, tarjeta de video. Sin embargo la situación actual es conveniente para las empresas, ya que las funciones de notebooks y netbooks son distintas, recomiendan tener uno de cada uno según el uso que se le dará durante el día. De este modo venden dos equipos, lo cual aparenta ser un buen negocio.
Queda esperar entonces que las empresas mejoren los netbooks hasta que la diferencia termine siendo principalmente el tamaño más que el rendimiento y así poder tener solo uno y no tener que complementarlo con un notebook.
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