jueves, 8 de noviembre de 2007

Que los muertos entierren a sus muertos

Cada año un sin numero de jóvenes entra a estudiar una carrera. Muchos de ellos lo hacen porque es lo que esta bien para la sociedad, me incluyo un poco en eso. Sin embargo dentro de esas personas también hay quienes estudian no por la carrera en si, sino por el dinero que esperan recibir después o porque creen que al tener un titulo serán alguien en la vida. Hay personas que su carrera poco menos que es sagrada y si alguien que no estudia eso toca algún tema relacionado con lo que estudian piensan “de donde saliste”. Esa actitud la detesto, así como cada estereotipo que la sociedad nos va imponiendo. No se puede ser superior a otro por haber estudiado o por saber lo que es aceptado por los “sabios” sobre un tema. Muchas de las cosas que cree la colectividad está mal, si el modelo de vida que llevamos es tan correcto, es lo aceptable y normal, ¿Por qué hay pobreza, sufrimiento, soledad, delincuencia, etc?, porque todos siguen a la masa y los pocos que piensan por si mismos toman el poder, ya sea a plena luz o moviendo los hilos desde el anonimato. Un político elegido en elecciones no representa a la gente, representa sus propios deseos de liderar, sin embargo es apoyado por la masa porque creen les representa. La masa es utilizada por quienes piensan. ¿La solución? Sentir por uno mismo que es lo que debe hacerse en función de nuestros pensamientos. Hay una frase que me gustaría citar, una de muchas de Jesús, hay que "estar en el mundo, sin ser del mundo". Nuestro cuerpo vive aquí, se alimenta de elementos de aquí, los pensamientos se pueden ver como reacciones químicas en el cerebro, pero los sentimientos, asociados al corazón, ¿donde están?. Todo sentimiento puro, bueno, no pertenece a este mundo humano, si no al trascendente. Si te llenas de amor, de paz, de unidad verdadera, todo lo demás de este mundo ya no es de preocupación. Todo lo que nos rodea desaparecerá en algún momento, lo único que quedara es lo que tenemos en la parte más pura del corazón. Cada vez que alguien se de importancia por su titulo o sus posesiones materiales hay que ver que en verdad están vacíos por dentro pese a todo el espacio que hay en el interior para ser llenado con cosas trascendentes, esa persona se dedica a llenar su exterior de cosas. No queda más que sentir compasión por quien se aferra al conocimiento de un libro que dice que pensar. Un libro de psicología no piensa por ti, no siente, no vive, son solo conceptos inventados por el hombre. Si estuviéramos encerrados en una pieza que se esta quemando y quisiéramos rescatar algo del fuego aun sabiendo que incluso nosotros mismos seremos quemados y aun así tomamos algo y lo aferramos a nosotros, así es llenarse de cosas exteriores, todo aquello que es exterior es lo que no se podría salvar de las llamas. Tus pensamientos que están en el cuerpo que será quemado no podrían seguir generándose sin el cuerpo. Lo mismo se podría decir de los sentimientos, pero ahí esta la diferencia. El corazón humano no tiene los sentimientos trascendentes, es el corazón del alma el que los tiene. Tenemos la opción de ser los maestros de la ley dispuestos a crucificar al que nos desafía aun si esta en lo correcto, ser seguidores de la autenticidad de quien nos motive, o ser nosotros mismos el motor del cambio. Es el mundo el que esta loco y solo uno el cuerdo. “Que los muertos entierren a sus muertos”(cita de Jesús) y nosotros simplemente vivamos.

1 comentarios:

PsiquiatraPaciente dijo...

Fenomenal, qué te puedo decir... Sólo sigue escribiendo. Ese tipo de reflexiones aumentan mi esperanza en el mundo, aún hay gente que cuestiona.